Silvia y Antonio son una pareja con una energía que se contagia, ya desde el primer momento sabes que están hechos el uno para el otro.
Ellos decidieron hacer una boda religiosa, eligiendo la iglesia del Santuario de La Fuensanta en Murcia, la celebración se hacía en La Santa de Totana, dos de los sitios más bonitos para celebrar una boda en Murcia. Allí también se alojaron los novios y algunos de los familiares y amigos por lo que decidí aprovechar el enclave tan bonito en plena falda de Sierra Espuña, para que se vistieran los novios allí y hacer todas las fotos de los preparativos.
Fueron momentos muy especiales, con el novio hicimos unas fotos dentro del hotel, pero luego decidimos que también haríamos fotos al aire libre, utilizando todos los espacios que nos ofrecía el hotel Jardines de la Santa en Totana.
Con Silvia, la novia, decidí quedarme en la habitación para hacer las fotos, para tener más intimidad y porque su habitación contaba con una gran terraza con vistas a los jardines y la montaña.
Siempre me gusta hacer fotos a los detalles mientras acaban de maquillar a la novia, pero en este caso tenía muy claro que tenía que fotografiar el vestido y la cola, ya que eran piezas echas a medida para Silvia por la diseñadora Inma Aniorte, que además es amiga de los novios con lo que estaba allí para dar los últimos detalles al vestido y a la imponente cola que llevaba Silvia, todo un lujo.
Después de hacer fotos a la novia y a su familia, un momento que siempre nos deja fotos preciosas llenas de sentimiento, nos dirigimos hacia la iglesia de la Fuensanta.
El Santuario de la Fuensanta, es de los sitios más bonitos para celebrar bodas religiosas en Murcia, si no el más bonito. Un templo barroco rodeado de un entorno natural de una belleza única y con la ciudad de Murcia de fondo hace del mismo un sitio perfecto para celebrar ese día tan especial.
Cuando llegamos a la iglesia, vi que estaba decorada con un imponente arco de flores, obra de Emy Floristas, y todo listo para esperar la llegada de los novios. Antonio entró del brazo de su madre y la Silvia llegó en un coche clásico acompañada por su padre, este es uno de mis momentos favoritos en cada boda, me encanta capturar esa complicidad antes de entrar a la ceremonia. Además, los escalones a la entrada de La Fuensanta, hacen que vestidos como el de Silvia, con una cola impresionante luzcan mucho.
La ceremonia fue preciosa, con todas las personas importantes para los novios viendo cómo se daban el sí quiero.
Después de la ceremonia decidimos irnos directamente a la Santa de Totana que es dónde se iba a hacer el resto de celebración y aprovechar unos minutos antes de que entrar los novios al cóctel para hacer una pequeña sesión de pareja por los alrededores, fue una sesión cortita ya que íbamos a hacer sesión postboda unas semanas más tarde.
Durante el coctel y la comida me gusta no interferir ni molestar a los novios e invitados, ser lo más invisible posible, pero captando todos los momentos. También aprovechamos el coctel para ir haciendo las fotos de grupo de los novios con todos los invitados.
La comida fue muy bonita y emotiva, con regalos para los padres, hermanos y personas más importantes. También los padres de los novios quisieron tener unas palabras muy bonitas hacía ellos, me encantan estos momentos.
Cuando terminó la comida pasamos a la barra libre en el patio interior del hotel, que es como si fuera una pequeña plaza de pueblo, con música en directo y después hubo sorpresas, crepes y gofres obra de Sweetland Café, cañones de humo y música para concluir esta pasada de boda de la mejor manera, disfrutando y bailando en un entorno único.
Gracias a Silvia y Antonio por elegirme para inmortalizar vuestro día.
