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Sesión de pareja en Alicante

Daniela & LUKAS

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La sesión de pedida de Daniela y Lukas fue uno de esos trabajos que llegan por sorpresa, una sorpresa de la que salió una sesión super bonita y llena de amor.

Todo empezó con un WhatsApp de la hermana de Daniela, que contactó conmigo desde Colombia. No supe si contestar al mensaje desde un número tan extraño para mi, pero pronto me di cuenta de que la solicitud de información era real.

Habían llegado a mi web desde Colombia buscando un fotógrafo de bodas en Alicante. Me explicó que su hermana y su cuñado vivían en Madrid pero que estaban de vacaciones en Alicante. En ese viaje, Lukas quería pedir matrimonio a Daniela de una forma muy especial y había pensado en poder tener ese recuerdo para siempre.

Por supuesto, a mi me pareció una idea magnífica y comenzamos a planearlo todo para que Daniela no sospechara nada.

Ellos iban a preparar un picnic en la playa el día de San Juan en Alicante al atardecer. Entonces yo aparecería con el pretexto de que necesitaba alguna pareja que me hiciera de modelo para tener portfolio y poder enseñar mi trabajo a futuros clientes.

Lo hicimos así y Lukas me iba compartiendo su ubicación en tiempo real, cuando me acerqué a preguntarles si podían hacerme el favor, dijeron que sí, como estaba planeado, y comenzamos la sesión.

Fuimos paseando para irnos conociendo y que se fueran soltando ante la cámara, mientras buscábamos las mejores localizaciones e intentado que no hubiera gente alrededor.

A los diez minutos de sesión encontramos una zona de rocas, sin gente y con el mar mediterráneo de fondo. Era el marco perfecto para la pedida y ahí fue el momento en el que le hice la señal acordada y Lukas sacó el anillo e hincó rodilla.

Fue un momento muy especial y emotivo, que a mi como fotógrafo me encantó capturar, ya que no son muchas la veces que se da esta oportunidad.

Por supuesto Daniela dijo que sí y seguimos haciendo una sesión de pedida preciosa, ahora ya con Daniela al tanto del plan y de que en realidad yo no era un “fotógrafo desconocido”. Las emociones estaban a flor de piel y todo ello queda reflejado en cada una de sus fotografías.

Los dos estaban felices, disfrutando de un atardecer de verano en Alicante y con un montón de ilusión y planes de futuro. Siempre que trabajo como fotógrafo en Alicante, vuelvo encantado, hay un montón de localizaciones super bonitas, donde se celebran algunas de las bodas más bonitas del levante.

Dimos un paseo por la playa, el puerto, y finalmente nos dirigimos al centro de la ciudad, para acabar la sesión en la plaza del ayuntamiento, que estaba preciosa decorada por la festividad de San Juan.